La cistoscopia es un procedimiento diagnóstico que permite ver la uretra y vejiga, utilizando un cistoscopio, que es una sonda delgada conectada a una cámara. Esta prueba se realiza cuando métodos no invasivos como la ecografía no ofrecen una imagen lo suficiente nítida como para realizar un diagnóstico
Es un procedimiento que normalmente se realiza en la consulta, utilizando anestesia local, habitualmente aplicada en forma de gel, dura un par de minutos, con mínimas molestias para el paciente. Si el especialista considera necesario se puede tomar una pequeña biopsia para que sea analizada al microscopio por el patólogo. Después de realizada la cistoscopia habitualmente el paciente puede continuar con su día normalmente.
¿Para qué se realiza una cistoscopia?
La cistoscopia permite diagnosticar o descartar patologías de la vejiga o uretra, como el cáncer de vejiga, cálculos, estenosis uretral, quistes, divertículos en la vejiga o uretra.
Los cistoscopios modernos son flexibles, mucho más delgados y con una resolución de imagen muy superior a los cistoscopios antiguos. Con la intención de mejorar el rendimiento diagnostico han sido desarrollados los cistoscopios 4K que ofrecen una mejor resolución de imagen y que además con el uso de diferentes espectros de luz permiten una mejor identificación de las lesiones o tumores.
El cistoscopio 4K permite una precisión tan necesaria especialmente en el diagnóstico y seguimiento del cáncer de vejiga. Este cistoscopio facilita la detección precoz de la enfermedad y con ello un tratamiento oportuno.